Proceso creativo de Marshals
Marshals es todo un desafío personal. Después de trabajar como diseñador gráfico para juegos de mesa de autores como Enrique (2GM), Luis (Onus), Eduardo (Ratland), Álvaro (El robo del siglo), Manuel (Frontier Wars), Christian y José (Yohei), Jacobo y Fernando (Cartaventuras) o Juan (Scope), pude ver de primera mano, como se genera una idea y con el paso de los meses y de mucho trabajo en equipo, se convierte en realidad. Ver también en la cara de sus autores la ilusión al contemplar su juego editado y como personas de todas las edades disfrutaban jugando con esos juegos entre risas.
Antes de plantearme crear mi propio juego tuve mi etapa de bloguero con “Explorajuegos”. Un blog que tuvo una vida corta, casi año y medio, pero muy intensa y que me permitió conocer cientos de juegos de mesa, autores, ilustradores, diseñadores, tiendas, medios, canales, eventos y gente sensacional. Además de aportarme mucha información sobre el sector y sobre los juegos de mesa modernos.
Después de cerrar esa etapa, comencé a generar prototipos de manera adictiva en búsqueda de temáticas que me generaran ilusión y me gustaran tanto como para iniciar un proceso creativo de meses y disfrutarlo desde el principio hasta el final. Entre ellas surgió la idea del Lejano Oeste.
Era una temática muy atractiva con fantásticos juegos como “Bang”, “Colt Express”, “Great Western Trail”, “Western Legends”, “Carson City”, “Flick ‘em up!”, “Tiny Epic Western” entre muchos otros. Entonces empecé a explorar esa idea, la de crear un juego sobre el Lejano Oeste, diseñarlo e ilustrarlo, como en su momento hizo Al García con su “Black Hills” creando un juego que me parecía de lo más original por estética y por una paleta de colores limitada a rojo, negro y blanco que le daba mucha personalidad.
Tenía la idea, las referencias y mucho material para analizar. Entre ellos libros sobre diseño de juegos de mesa, material descargado de la página de la Asociación Ludo de creadores de juegos de mesa (de la que soy actualmente socio), autores a nivel nacional que seguía en redes sociales y a los que admiro (como Josep María Allué, Perepau Llistosella, Santiago Eximeno, Fran Díaz, Llama Dice, Manu Sánchez, Pak Gallego, Sergio Rodríguez Yanes, Luis Hernández, Enrique González, Paco Gómez, Eduardo García, Paco Yánez y muchos que me dejo en el camino, además de otros autores con los que he tenido la suerte de trabajar como diseñador de los que he aprendido mucho durante ese proceso) y material adicional que iba buscando a medida que surgían dudas.
En la búsqueda de crear una historia para el juego, me topé con la película “True Grit” (o “Valor de Ley”) del año 2010 y dirigida por los hermanos Ethan y Joel Coen. Increíblemente no la conocía, me sonaba la película original protagonizada por John Wayne en 1969. Esto fue un disparador de ideas, una tras otra que hacía que el juego que trataba de crear fuera cobrando forma y comenzara a tener un hilo conductor, un sentido. La historia de una niña (Mattie Ross) que contrata a un viejo Marshal (Rooster Cogburn) para que capture al forajido que ha asesinado a su padre y todas las aventuras que transcurren en sus 110 minutos de duración.
Me atrajo la figura del Marshal, un poco desconocida porque en la mayoría de los westerns el personaje central suele ser un Sheriff. El personaje interpretado por Jeff Bridges (Rooster Cogburn) con ese parche en el ojo y su barba quedó en mi retina para llevarlo a uno de los personajes del futuro juego. También me impactaron los escenarios, la fotografía, la inmensidad del desierto, la frondosa vegetación de bosques, las llanuras y sus ríos, las imponentes montañas, el lejano oeste en estado puro y los peligros a los que debían enfrentarse como las emboscadas y las traiciones.
Después de ver esa película tiré de recuerdos, pude darme cuenta de que como todo niño nacido en los 70´, el lejano oeste ha estado presente en televisión, cine y hasta juegos. Series como “El Zorro”, “El Llanero Solitario”, “Bonanza” o películas de John Wayne, Clint Eastwood, Charles Bronson, Lee Van Cleef, Paul Newman y Robert Redford, Kevin Costner y hasta las desopilantes aventuras de Bud Spencer y Terence Hill. Dibujos animados como “Lucky Luke” o “Tiroloco McGraw”, videojuegos (en mi caso arcades) como “Wild Western”, “The Tin Star”, “Iron Horse” o al que más horas he jugado que es el “Gun Smoke”. También recordé las figuras de plástico de vaqueros e indios, con sus caballos, carretas y hasta algún cactus de escenografía para montar tus aventuras en la mesa del comedor. Hasta mi película o saga favorita “Regreso al Futuro” en su parte III llevaba a Marty McFly al mismísimo lejano oeste montado en un Delorean.
Después de varias semanas y de un par de cuadernos con apuntes de todo tipo, me dediqué a buscar una mecánica de juego que encajara con la temática y con la aventura que quería recrear. Tenía claro que el componente principal y casi único debían ser las cartas, por gusto personal y porque de pequeño y en la actualidad, tenía varios juegos de ese tipo y eran los que más me atraían. De allí surgió la idea de forajidos que huyen y se esconden en el basto lejano oeste, o lo que es lo mismo, cartas de forajidos ocultas en un mazo a explorar, por Marshals valientes dispuestos a jugarse el tipo y superar toda clase de acontecimientos con tal de cumplir su objetivo, y por supuesto, de llevarse su recompensa. Allí surgió el primer prototipo y el nombre del juego estaba más que claro.
El resto de la historia y su resultado lo puedes ver en la actual campaña de Verkami de “Marshals: el juego de cartas del Lejano Oeste”, un sueño al que he dedicado casi los últimos 2 años y en el que he puesto toda mi ilusión y a nivel gráfico, todo el cariño y creatividad que he podido. Destacar además la ayuda inestimable de amigos como Sergio, Javier, Luis o Jaime, sin sus consejos y experiencia todo hubiera sido en vano. Y ya que estamos dar gracias a mi esposa Pau por la paciencia infinita y por su apoyo desde el primer momento, a mi “socia” de cuatro patas que compartió horas y horas de trabajo en “Marshals” pero que lamentablemente no podrá verlo acabado. Y como siempre, a mi abuelo, dibujante y creativo que me ha guiado desde pequeño rumbo a una profesión que llevo disfrutando 23 años. Simplemente espero que, si este juego capta tu atención y decides jugarlo, te guste, te divierta y te haga vivir esas aventuras que pude disfrutar desde pequeño gracias al cine, a la televisión, a los juegos de mesa y videojuegos y que como las increíbles bandas sonoras de Ennio Morricone, pueda trasladarte al auténtico y salvaje oeste al menos por un rato.
